La Piedad, además de un sentimiento profundamente cristiano, es una Iglesia católica y un
establecimiento educativo de carácter técnico, levantado a fines del siglo xix, en inmediaciones de
los Talleres Noroeste, por iniciativa de Luis D´Abreu. La intención era dar apoyo espiritual y que
los hijos de los obreros ferroviarios se formen y aprendan un arte u oficio. A los pocos años, la obra
fue confiada a la orden de los Salesianos, que contaba ya con cierta trayectoria en la ciudad.
En la actualidad se brindan talleres de carpintería, aluminio, soladura, informática, electricidad e
indumentaria, entre otros. También hay talleres no tan tradicionales, como de energías renovables,
hidráulica y refrigeración.